martes, 4 de diciembre de 2012

MI EGO ES HUMILDE

Este fin de semana me ha pasado una cosa curiosa. Influenciado por el libro que un amigo de Hernani me recomendó, "Un mundo nuevo, Ahora"... intentaré explicarlo. 
 
Hice una juerga especial, con dos amigos (amiga y amigo) que son del mundo de la universidad y admiro desde hace tiempo. Una forma rara de mirar, admirar. Tuvimos conversaciones super interesantes y yo estaba de muy buen humor. Y se reían, les hacía gracia, e incluso me decian que soy la hostia, de vez en cuando. ¡Qué agusto se escucha eso de boda de gente que admiras! 
 
Pues lo que me pasó es, un par de veces a lo largo de la noche, que de repente yo mismo me creía que era la hostia. Es decir, a la par que ellos. A la par de la imagen que tengo de ellas y que de mi boca escapaba de pronto un tufillo arrogante. Como hablando con la boca de alguien que no soy yo. ¿Como cuando se dice que el personaje se come a la persona? Algo así.


Y mientras hacía esta reflexión, desmontando esa arrogancia, mirandole a ese ego mío y deshaciendolo... me he quedado contento. He pensado y sentido que lo estaba haciendo bien: "bien mikel, eres humilde, eres bueno, vas bien..."

Será éste un mecanismo sutil y elevado de mi ego para admirarse más?
Es posible descentrarse de veras del ego, mirarlo, y reírte de él? Yo aún no lo he conseguido. 
 
Imagen: rohtrs cc: BY, SA                      

lunes, 3 de diciembre de 2012

UNA NOCHE 10 PUMAS



Este fin de semana he estado en Sevilla en las segundas Jornadas estatales sobre PBL (Project Based Learning) y metodologías activas y ha sido una experiencia buenísima. He vuelto a ver a gente que conocí en la primera edición (no a todas, pena) y he desvirtualizado y conocido a más personas. Algunas realmente interesantes. Especialmente quiero agradecer a Marta, Lucía y David por haberme permitido participar en su proyecto.

Ha habido gente que ha dormido en hotel y quisiera transmitir mi experiencia, ya que el alojamiento ha sido un experimento personal que formaba parte de los objetivos en el viajecito a Sevilla (oh, Dios mío, ¿¿estoy haciendo de mi vida un PBL??).

He dormido en casa de Isra, una persona que es referente para mi, junto con más amigas de Sevilla (ya llevo tres veces el nombre de esta ciudad, no es casual), en el ámbito del decrecimiento y los movimientos sociales de los que tenemos mucho que aprender en Euskal Herria. Y he dormido en su casa porque ya le conocí/desvirtualicé hace un mes en un encuentro estatal sobre decrecimiento (<mira lo que es, cuando quieras y puedas) que se hicieron en Vitoria.

Han creado una moneda social llamada Puma, que surge en el espacio y la situación social particular de la Plaza del Pumarejo. Me hice socio para usar esta moneda alternativa al euro y aprender sobre el funcionamiento. Al llegar a su casa, el jueves, me dijo: “…ya hablaremos sobre el precio del alojamiento, que no tengo claro si te quiero cobrar…” He pasado, por lo tanto, estos tres días pensando en si me iba a cobrar, cuánto estaría bien pagar, si está bien pagar…

Llegué a la conclusión, esta madrugada de domingo, de que si no nos cobrábamos-pagábamos sería un auténtico fracaso de práctica decrecentista. Habríamos reproducido y reforzado el sistema economico (sistema de relaciones sociales) en el que hay cosas que son gratis (familia, amigos), y hay cosas serias, delicadas, peligrosas, que hay que hacer en clave de contrato, dinero oficial y respaldo policial. Pero precisamente estamos intentando fomentar la creación de herramientas que nos permitan controlar ese abismo que hay entre un ámbito y el otro; entre lo puramente amoroso y utópico, y lo puramente “económico”, mercantil y esquizofrénico que hace tiempo que está demasiado lejos para escuchar los gritos del sentido común. Abismo que crece o se hace evidente, por ejemplo, a medida que crece el número de paradas en el estado español que, literalmente, no sabe qué hacer cuando se levanta por la mañana porque el mercado no le quiere comprar nada (digno) de lo que puede hacer. Lo he vivido. Bueno, no es cierto.


Por lo tanto, al realizar el pago de 30 pumas y coger por los pelos el bus de vuelta (gracias a que el conductor del C3 ha corrido por mi), voy (sin wifis) contento hacia mi recién adquirida ciudad (tengo una participación entre 239.562), Gasteiz. Ciudad en la que ojalá podamos arrancar algún día un medio de producción como este (una verdadera herramienta de Seguridad divernacional...) e Isra pueda venir a mi casa y pagarme con almendras.

PD: porque, antes o después, tienes que venir; me debes un queso andaluz, te he dejado un trozo de Idiazabal en la nevera je je je ;-)